Mortera Verde Solicita la limpieza de las sendas de la Picota.



Tanto bombo y platillo del Ayuntamiento con aquello de “Piélagos, grande por naturaleza” puede quedarse en discursos vacíos si uno de los espacios más emblemáticos del municipio, el monte Tolío o Picota, se queda sin sendas.

Si bien las pistas de la montaña –por las que tan a menudo circulan vehículos no autorizados –se mantienen correctamente, los caminos de a pie, que son la delicia del senderista, no han sido desbrozados como otros años, con la triste consecuencia de que se están perdiendo.

Y eso sería una pena. Por una parte, por el esfuerzo invertido durante varias temporadas por una cuadrilla de trabajadoras que puso un encomiable esfuerzo en abrir una red de sendas, aún pequeña, pero que permitía disfrutar de la montaña como nunca antes había sido posible.
Los caminos del monte están completamente cegados por la maleza
Por otra, porque esos caminos estaban siendo utilizados por un número cada vez mayor de vecinos y foráneos, que empezaban a hacer del paseo montañero una costumbre. Sanas costumbres éstas, bien asentadas en otros lugares, que concilian el deporte con la vida social y el contacto con la naturaleza que tenemos al lado. Un objetivo que debería ser prioritario para nuestros políticos.

También corre peligro el trabajo de reforestación que a lo largo de varios años, se realizó en la montaña, plantando especies autóctonas y limpiando la maleza de las zonas de plantación de temporadas anteriores. El desarrollo de los pequeños árboles de estas áreas está ahora siendo asfixiado por la vegetación.

Desde la asociación Mortera Verde, que fue la peticionaria de una red de sendas en torno a los búnkers de la montaña en 2.004, se considera que si bien es cierto que las condiciones naturales de esta zona son excepcionales, de poco sirven si las autoridades responsables no las habilitan para su disfrute.