Vertedero incontrolado de Mortera.


"El Palacio de los Condes, edificio emblemático de Mortera, declarado Bien de Interés Local (BIL), tiene a los pies de sus puertas un problema. Basura. Los vertidos incontrolados de electrodomésticos, bolsas y desechos urbanos llevan tiempo provocando las quejas de los vecinos, alarmados por la 'pocilga' en que periódicamente se convierte la zona, y obligando al Ayuntamiento de Piélagos a limpiarla cuanto antes. Para nada, porque la situación sigue siendo la pescadilla que se muerde la cola. Al palacio, literalmente, le come la mierda.
El barrio Pepia es la zona donde se ubica el emblemático edificio de los Condes de Mortera pero, también, donde el Consistorio instaló, no hace más de dos años, varios contenedores para que los vecinos depositaran en ellos ramaje, maleza y vegetación sobrantes de la poda. Un punto de recogida, por el que el Ayuntamiento paga 40 euros la tonelada, frente a la portalada de un palacio señorial. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, entre uno y otro, también hay escombros, basura y deshechos desparramados por todas partes, que alguien, particulares o empresas echa por doquier.
El Presidente de la Agrupación Independiente de los Pueblos de Piélagos (AIPP),
Luis Solórzano, que también es vecino de Mortera, asegura que el lugar «no está vigilado ni acotado, y en él cualquier persona puede verter dónde, cuánto y cuando le plazca». Para Solórzano, este «atentado ambiental» está convirtiendo «nuestro patrimonio cultural e histórico» en un «San Benito Pocilgero». Solórzano no duda en que la solución pasa porque el Ayuntamiento de Piélagos y el Gobierno regional instalen puntos limpios «en condiciones» y que «se vigilen».
Otro vecino de la zona y propietario de un establecimiento en Mortera, comenta que «yo lo veo, y lo siento. Como todos». Aunque prefiere que su nombre no trascienda, detalla la situación. Dice que todo comenzó con el primer contenedor, «que con buena idea, era para lo que era». Pero comenta que dejó de serlo cuando «la gente de otros municipios comenzó a coger la costumbre de traer remolques y furgonetas para tirar de todo aquí. Sin ninguna vergüenza. Ahora la situación se ha desmadrado y esto es una pocilga».
El alcalde, Jesús Ángel Pacheco, que reconoce el «problema» en la localidad, también coincide en que en las instalaciones se hace un «mal uso» y que quienes lo provocan «vienen a escondidas, lo tiran y se marchan rápidamente para que nadie les vea».
En este sentido, Pacheco coincide con el vecino y comenta que «estamos detectando furgonetas, que traen escombro y lo tiran aquí».
El alcalde, que descarta que sean vecinos de Piélagos, comenta que este problema se debe en primer lugar a la conducta de los ciudadanos, «porque parece que la gente no es consciente de que éste no es el sitio».
Como solución, y en vista de que la limpieza periódica no surte efecto «ya que la gente no pierde la costumbre», Pacheco sugiere que una medida es situar un punto limpio alejado de Mortera y en otro lugar de Piélagos.
Aún con todo, el Ayuntamiento tendría la competencia de abrir un expediente sancionador contra quien arroje los vertidos e imponerle multas que oscilen entre los 0 y los 600 euros, si considerara el hecho como una infracción leve, o entre los 600 y los 30.000 euros, si encuentra algún agravante en la acción"